"La hora del lobo es el momento entre la noche y la aurora cuando el sueño es más profundo, cuando las pesadillas son más reales, cuando los insomnes se ven acosados por sus mayores temores, cuando los fantasmas y los demonios son más poderosos..." (Ingmar Bergman, escritor y cineasta sueco) “La hora del lobo, también puede ser un sábado a las 9 de la mañana” (Yo) Tengo sensación de distancia, siento al mundo cada vez más diluido. No es un proceso violento, es un zoom que suavemente me va alejando. Las caras, las voces de quienes amo están allá, cada vez más allá. Hablo por teléfono, con la voz impostada de: “Aquí no pasa nada, estoy igual que ayer”. (Que se acabe esta conversación porque ya no tengo más ganas de fingir) Mejor salgo a caminar. No, mejor juego al Solitario. No, mejor escribo unos mails. El Facebook me atrapa. Ya es mediodía y yo aquí, en la compu. Mejor me arreglo y voy al Shopping. Allí habrá gente, movimiento, no me sentiré tan